Te muestro mi universo interno para hacer resonar el tuyo. Si conectas con lo que a mi me apasiona, en ti va a resonar lo que realmente apasiona a tu ser superior, que es la mejor versión de ti mismo.
¿Qué es el MerKaBah?
Merkabah se traduce literalmente como luz, espíritu y cuerpo.
Este símbolo sagrado es una forma compuesta por 2 tetraedros que se cruzan y giran en direcciones opuestas, creando un campo de energía tridimensional.
Si te visualizas a ti mismo dentro del merkabah, trazas los tetraedros luminiscentes con la imaginación, los haces girar y los ves girar en tu pantalla mental, sentirás que tu corazón se agita hasta normalizar su pulso, y que tiu espina dorsal se estira, alineándose con el flujo del campo electromagnético toroidal que generamos cada uno de nosotros, sintonizándose a la vez con el campo electromagnético toroidal del reino Tierra.
Puedes activar este vehículo de luz alrededor de tu propio cuerpo con técnicas de meditación y respiración. Igual como lo hace el mandala de la flor de la vida, el merkaba proporciona protección y puede transportar tu conciencia a dimensiones superiores.
La forma de merkaba nos recuerda el poder potencial que podemos ejercer cuando unimos nuestras propias energías en la búsqueda de la conexión y el crecimiento.
La Geometria Sagrada del Merkaba está compuesta por dos tetraedros dimensionales que giran en direcciones opuestas y que crean una energía tridimensional.
Cada persona tiene esa energía en su interior, que constantemente armoniza y gira, balanceando y fluyendo en todas direcciones.
El triángulo inferior simboliza la energía femenina y gira contrario a las agujas del reloj mientras que el triángulo superior es la energía masculina y gira en sentido de las agujas del reloj.
Simultáneamente, ambas fuerzas giran en sentidos opuestos resultando en una activación, en la que se protege el cuerpo en su camino a más altas dimensiones.
El Merkaba es el potencial que tenemos cuando armonizamos la dualidad de todas nuestras energías.
El texto del pergamino de Leonardo Da Vinci dice en italiano : « Ese rostro que en la pintura se parece al del maestro que lo hizo, se parece siempre a todo aquel que lo ve. Y aquella figura que cuando fue pintada fue vista desde arriba, siempre parecerá vista desde arriba, aunque el ojo de quien la vea esté más abajo que el cuadro mismo».
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